Carnevali

No han pasado mas de 5 años de aquel suceso que aun me pone la piel de gallina de solo recordarlo. Habíamos pactado ir de campamento con mis amigos Fernanda, Pablo y Franco a las afueras de Córdoba, el lugar aún no estaba decidido, queríamos improvisar y pensamos que debería ser un lugar que nos inspirara aventura. Aproximadamente a 5 minutos de pasar el peaje decidimos meternos por el camino largo que va hacia Carlos Paz y que bordea Malagueño. Entre medio de caminos campestres, en el pueblito de La Perla (mas conocido por el campo de exterminio que funcionaba durante el período de la dictadura militar) pasamos en frente de un gran edificio al lado de la ruta que se encontraba en ruinas rodeado de maleza y árboles, realmente nos llamó la atención que el lugar estuviera rodeado de casas y autos abandonados, dándole así un aire místico.

Ese día hacía un calor infernal, en pleno enero había una temperatura de aproximadamente 32°C, y Pablo uno de los chicos decidió parar a comprar bebidas en un pueblito posterior llamado Yocsina la gente parecía bastante tranquila, tenia el aspecto de ser un pueblo industrial que subsistía principalmente de la fábrica que estaba situada en un extremo del mismo. Después de abastecernos se me ocurrió preguntarle al señor que atendía sobre ese edificio que parecía estar abandonado hace ya muchos años. Nos comentó que era un matadero que funcionaba en las épocas de la dictadura militar y que fue abandonado misteriosamente, el señor también nos dijo que solían ir jóvenes a practicar tiro al blanco. La señora del kiosko -que permanecía sentada tejiendo- nos comentó con un halo de misterio que durante la noche se escuchaban ruidos en el cuarto donde se cortaba la carne, y que según algunas personas se había comentado que el lugar fue escenario de numerosas torturas, no solo de animales sino incluso de personas durante la dictadura militar. Decidí que ese debía ser el lugar donde teníamos que ir, mis amigos no estaban muy convencidos puesto que ellos preferían internarse mas en las sierras Cordobesas. Al final logré convencerlos porque una pequeña tormenta se avecinaba y tal vez resguardarnos debajo de una construcción era lo mas conveniente por el momento. Al llegar al lugar parecía un sitio normal, había mucha maleza por lo que acceder con el fíat 600 de Franco nos era casi imposible, decidimos entonces tomar una ruta alternativa, entramos por una calle de tierra abandonada donde a nuestra derecha podíamos apreciar numerosas casas abandonadas, que deben haber estado en esa condición desde finales de la década del 80. Una vez que nos acercamos lo mas que pudimos con el auto, bajamos y nos dirigimos al edificio, no parecía tan aterrador en un principio, pero a medida que nos fuimos acercando, la sensación de estar siendo observados comenzó a ser evidente para cada uno de nosotros, en aquel momento atribuimos eso a la sugestión y nos internamos en el edificio sin problemas. A simple vista era un edificio abandonado para nada fuera de lo normal, pudimos corroborar que efectivamente se practicaba tiro al blanco, por los cartuchos de balas que vimos en el suelo, el lugar estaba pintado con aerosol y la mayoría de las paredes estaban cubiertas de cerámicos destruidos por el paso del tiempo.

 

Comenzamos a hablar sobre temas de poca importancia, cuando escuchamos un fuerte estruendo que provenía de la terraza del edificio, realmente nos sobresaltamos puesto que esos lugares abandonados se llenan de borrachos o personas que van a drogarse. Pero al ir donde se había generado el estruendo, nos llevamos la sorpresa de que no se encontraba nadie en el lugar y comenzamos a reírnos a carcajadas. Dejamos el asunto y comenzamos a preparar las carpas dentro de un cuarto en el edificio para estar mas resguardados.

Al terminar la faena estábamos tan cansados que solo atinamos a irnos a dormir, Pablo durmió con Franco y yo por mi parte dormí con Fernanda. Estaba durmiendo profundamente y en mis sueños se aparecían unas imágenes aterradoras de como unos adolescentes eran arrastrados a la fuerza a ese edificio y de las numerosas torturas a las que eran sometidos, pero una de las víctimas me observaba. Su mirada estaba clavada en mí rogando que hiciera algo, pero yo era incapaz, de pronto me invadió el terror y me desperté. Pude ver un resplandor al lado de la carpa, seguramente alguno de los chicos se levantó para ir al baño, habíamos tomado varias cervezas antes de dormir y yo también tenia ganas de ir, me aventuré entonces a vestirme un poco, pero al abrir un poco la carpa la luz se apagó, salí de la misma e intenté recordar en que parte de la habitación me encontraba. Llamé a Pablo y a Franco pero nadie me respondió, sentí que me tomaron de la mano y automáticamente descubrí que se trataba de Franco por su altura. Le pedí que me llevara a un lugar apartado para ir al baño, Franco se acercó y me chistó al oído para que no hiciera ruido y despertara a los otros, suelo hablar muy fuerte cuando esta oscuro. Cuando nos acercábamos al exterior del edificio, la luz de la luna comenzó a iluminar todo. Me voltee a ver a Franco pero ya no estaba mas a mi lado. Me sentí asustada, no soy de creer en fantasmas pero la verdad es que prefería no ir sola afuera. Volví a la carpa como pude y me volví a dormir. Al día siguiente le reproché a Franco el no haberme acompañado al baño y el me miró de lo mas sorprendido, aludiendo que él jamás se había levantado en la noche, y Pablo dijo que tampoco, pero sin embargo en un momento sintió un olor nauseabundo y prendió la linterna. En ese preciso instante vio mi sombra al lado de su carpa y apagó la luz al corroborar que era mujer, dio por sentado que era Fernanda o yo. El terror se apoderó de mi, yo no había salido de mi carpa hasta que se apagó la luz, Fernanda permanecía dormida a mi lado y la carpa de los chicos estaba a varios metros de la mía, era prácticamente imposible que esa fuera yo. Indagué mas detalles con Pablo  y la descripción de la chica coincidía con la chica de mi sueño. Les conté todo, pero no hicieron nada mas que reírse de mí e insistir que estaba siendo supersticiosa. Cuando en ese momento escuchamos un grito desgarrador, entonces salimos corriendo asustados mas que todo por el relato de mi experiencia la noche anterior que por el grito en sí. Afuera una vez mas no había nada, pero por dentro se sentía que subían y bajaban las escaleras corriendo, como si se tratara de varias personas. Nos asustamos, pero al saber que habíamos olvidado nuestras pertenencias adentro decidimos volver a entrar a buscar todo, y lo peor del asunto era que el cuarto donde habíamos dejado las carpas, era el mas inaccesible y oscuro de todos, suponíamos que sería el lugar que menos posibilidades tenía de derrumbarse sobre nosotros. Pero al entrar el panorama fue aterrador.  Cuatro personas estaban tiradas en el piso boca abajo, desnudas y maniatadas. Pedían por favor que los liberaran. Y al lado estaba la chica de mi sueño observándonos suplicante. Corrimos lo mas rápido posible, tuvimos que dejar las cosas ya no nos importaban. No era la terrible visión la que nos había dejado sin aliento, sino que por esos eternos segundos que duró todo sentimos la angustia de esas personas en nuestra alma, sentíamos el terror de no saber cuando volvían a torturarnos, sentíamos la preocupación por nuestros familiares que seguro nos estaban buscando, sentíamos la angustia de saber que definitivamente no íbamos a salir vivos de allí.

Cuando salimos de ese espantoso lugar paramos al lado de la ruta a calmarnos un poco. Fue en ese momento que apareció una señora que vendía pan casero, en un ataque de desesperación y de miedo, con la total desaprobación de mis amigos, le rogué a la señora que me contara más sobre esa construcción. La mujer me dijo que ella solía vivir cerca del lugar, pero que tuvo que abandonar la casa porque escuchaban muchos ruidos durante la noche, gritos sobre todo, pero lo peor fue cuando uno de sus hijos pequeños vio una chica bañada en sangre llorando fuera de su casa y había quedado tan aterrado por la visión que tuvieron que mudarse. El carnevali solía ser un matadero de animales, pero ella dice que a finales de la década del 70 había movimientos raros de los militares durante  la noche en ese lugar, solo que en aquel momento nadie indagó mas por miedo a represalias.

Al escuchar esto se me congeló la sangre, solo quise huir lo mas lejos de ese lugar. Cuando volvimos a Córdoba nos separamos, pero nuestra amistad jamás sería la misma, no volvimos a hablar desde entonces. Pero por las noches al dormir el recuerdo del terror que sentí esos segundos no me dejaban tranquila, esa chica mirándome suplicante junto con los otros chicos que miraban al suelo, que no tenían rostro, identidad. ESO, descubrí que era lo que pasaba y denuncié ese lugar. Fueron meses de lucha pero lo conseguí. Un grupo de peritos encontró 5 cuerpos humanos en el lugar, que mediante un análisis de ADN, llegaron a identificar a las víctimas. Un día recibí la visita de la mamá de la chica encontrada. Me vino a agradecer porque gracias a mí encontraron a su hija, ya no será mas una desaparecida, ya recibió la ayuda que buscaba.

Desde aquel entonces jamás volví a pasar por esa ruta. Pero al pasar por el otro lado cada vez que me dirijo a Carlos Paz, me siento muy observada por alguien a la entrada del Centro Clandestino de La Perla.

6 pensamientos en “Carnevali

  1. Hola, yo te creo, hoy fui con unos amigos a carnevali,decidimos bajar a los sótanos tomados de la mano para no perdernos, cuando salimos vimos q faltaba uno y empezamos a gritarle llamándolo, cuando salió salió llorando del miedo diciendo q estaba de la mano con otro cosa q no éramos nosotros diciendo q se dio cuenta cuando empezamos a llamarlo y empezó a correr,vimos q ahí abajo hay varios trabajos de brujería y rituales, el domingo vamos a volver para ver si podemos encontrar algo más

  2. Busque el nombre del Firgorifico donde trabaje 8 años desde el 83 al 91, grandes recuerdos de ese frigorifico. muy buena tu imaginacion. no pasa ,as alla de eso. PURA IMAGINACION DE JOVENES CREIDOS AVENTUREROS.

    • Rodrigo Heredia Maza ( Diplomada en Historia Tangible de la Universidad de Harvard, en OPSC y Archivologia de La Inst. Ilades

      Hola, buenísima tu escritura, yo estoy investigando mitos y leyendas de Malagueño para mi segundo libro, a pesar de que la gente no crea algunas cosas, hay veracidad en otras. Cómo risas o gritos, tangiblemente descriptible tanto como auténtico, que las personas de Barrio La Perla y Yocsina cuentan. Ojalá sigas escribiendo.

  3. Hola querida , mi nombre es Marilyn y soy de de malagueño , nunca en mi vida leí tantas mentiras juntas , toda tu historia es inventada pero me alegro de que tengas tan buena imaginación , de todas maneras dedícate a otra cosa jajajaa

    • Hola Marilyn, a pesar de que hay algunas cosas, poco creíbles hay un registro de misterios tangibles probables, El Frigorífico cerró en el año 1992. Y en día es un escenario de exploración para muchos jóvenes, yo también he ido, nunca he escuchado nada pero he oído Historias.

      Rodrigo Heredia Maza – Diplomado en Historia Tangible de la Universidad de Harvard, OPSC y Archivologia de la Institución De Desarrollo Latinoamericano

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